(Fulgencio Saura Mira, 2004)
Vive sola, recluida entre sueños,
sin más compañía que sus recuerdos
y el rumor incesante de la muerte,
balanceándose en su mecedora
sueña con paisajes llenos de luz,
con espacios abiertos a la vida...
.
Vive a oscuras, perdida entre sombras,
hace ya tiempo que no siente el rostro
del sol, porque apenas puede moverse,
entonces lo imagina, lo dibuja
en la oscuridad de su habitación,
y sobrevive a duras penas pese
a la enfermedad que no le da tregua,
al abandono del hijo ingrato,
a la mísera pensión, a la exigua
ayuda de los servicios sociales,
el recuerdo del esposo muerto...
Y así transcurre su vida, en clave
de muy poco sol y de mucha edad.
.
(De Concierto non grato, 2oo8)
6 comentarios:
Cojonudo Joaquín.
Un saludo
Muchas gracias, Isidoro. Celebro que te guste.
Saludos.
Emotivo, bellísimo y comprometido poema sobre la soledad de una persona mayor, muy bueno.
Un abrazo.
Gonzalo
Gracias, Gonzalo, por esa triada de adjetivos que le dedicas al poema, que viniendo de ti cobran un significado especial. Un abrazo
Desgarrador.
Un saludo, Joaquín.
Gracias, Miguel Ángel. Saludos.
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